VI Foro Iberoamericano de la Mipyme

11 y 12 diciembre 2023

Uruguay cuenta con una sólida base de mipymes que desempeñan un papel crucial en la economía nacional. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, en el año 2022 las mipymes representan el 99.4% del total de empresas formales privadas en el país, siendo esto una característica estructural del mapa empresarial uruguayo. Asimismo, en términos de personal ocupado, es decir como generadoras de fuentes de trabajo, las mipymes emplean el 62.5% de los puestos de trabajo generados en el sector privado.

Por su parte, el sector Comercio y Servicios cuenta con una alta representatividad en el total de mipymes, tanto en términos de cantidad de empresas como personal ocupado. En el total de las mipymes registradas en el país, el 84.6% de las mismas corresponde al sector Comercio y Servicios, y en términos de puestos de trabajo, el sector emplea el 83.1% del total de trabajadores que trabajan en una mipyme.

Al mismo tiempo, tanto el crecimiento económico, así como el desarrollo de un país, dependen en gran medida de sus unidades económicas empresariales, es decir de sus empresas y en particular de las mipymes.

Sin embargo, las mipymes enfrentan al momento de desarrollar sus negocios diversas dificultades, tales como el acceso restringido a fuentes de financiamiento, altas cargas tributarias, excesiva burocracia, bajos niveles de capacitación en el personal ocupado,
limitados niveles de innovación y uso de tecnologías, bajos niveles de internacionalización, así como de acceso a mercados internacionales. Dichas dificultades, se transforman en verdaderas barreras al momento de poder transitar exitosamente un camino sostenible de crecimiento.

Un capítulo aparte merecen las mipymes lideradas por mujeres, ya que a los obstáculos mencionados anteriormente se agregan las barreras propias del género, señalando entre ellas como fundamental la brecha de ingresos producto de la penalización de la maternidad y el trabajo de cuidados no remunerado.

En este sentido, la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay es el representante del sector privado en el Consejo Nacional de Género (órgano regulador de las políticas públicas de género) donde se viene trabajando en la inclusión de prácticas afirmativas en el régimen de compras públicas. De esta forma, las empresas lideradas por mujeres que ofrezcan bienes y servicios al Estado tendrán una ponderación diferencial en su oferta.

Asimismo, en el último año la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay, ha focalizado su accionar justamente en lograr un entorno de negocios que promueva el desarrollo de las mipymes basado en un crecimiento de su productividad y por lo tanto esto redunde en una mejora de competitividad de la economía en su conjunto.

En la actualidad, las mipymes se enfrentan a una sumatoria de normativas y regulaciones existentes, las cuales generan un encarecimiento de los procesos productivos y de comercialización. En muchos casos también actúan como barreras de tipo no arancelarias, es decir, barreras de entrada de estas empresas a determinados mercados, distorsionando así los
niveles de competencia.

Bajo este escenario, la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay asume el desafío de impulsar una nueva herramienta que tiene como principal objetivo convocar y movilizar a todos los empresarios, en particular aquellos que lideran las mipymes: “Facilitación: de lo complejo a lo Simple”.

A través de esta herramienta, los empresarios podrán compartir todas las dificultades que deben enfrentar y que tienen como consecuencia pérdida de tiempo y gasto de recursos económicos en la gestión de sus negocios. Se buscará avanzar en una mejora de la regulación de las actividades económicas y en que estas regulaciones sean lo más eficientes posible en el cumplimiento de sus objetivos.

Todas esas trabas, obstáculos mencionados no sólo son caros, sino también generan demoras excesivas en términos de tiempo, muchas veces son difíciles de cumplir, por lo cual se hace imperioso continuar trabajando en tratar de lograr una reducción de estas intervenciones, requisitos, exigencias, que en muchos casos son meramente administrativas y carecen de
sentido.

Pero la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay además se planta el objetivo de ir un paso más adelante, es decir, no solo lograr una reducción en la carga de la regulación de las actividades económicas, sino también que estas regulaciones sean lo más eficientes posibles en el cumplimiento de sus objetivos. Es decir, lograr procedimientos burocráticos lo más simplificado y eficientes posibles para las mipymes.

No quedan dudas que lograr un entorno de negocios más competitivo, es fundamental para lograr crecer económicamente de forma sostenida en el tiempo con una base de más y mejores empresas generadoras de empleos de calidad.